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Arquitectos: ALH Taller
- Área: 1600 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Luis Bernardo Cano, Alejandro Arango
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En esta época de profunda crisis ambiental y climática, el verde se ha convertido en una bandera de salvación. En todo nuevo edificio los Jardines verticales y las cubiertas vegetales son casi un requisito.
EL matorral con su sugestivo nombre es una propuesta arquitectónica y constructiva que se ha tomado muy en serio el tema. Las losas se convierten en un gran contenedor de más de un centenar de especies tropicales. El riego por goteo programado provee de manera racional y justa la cantidad de agua mínima y necesaria a ese pequeño ecosistema.
Estando este verdadero jardín contenido en el espesor de la estructura el habitante puede desde dentro arrimar sus pies hasta el borde y gozar del matorral que parece crecer en el piso, dando la sensación de estar en una casa en la que afuera se extiende un exuberante jardín. Todos los espacios gozan de este, las cocinas por ejemplo tienen al borde de su suelo desde pencas sábila hasta romero, tomillo, albahaca, tomates cherry y árboles de limón. No es raro ver una ardilla perdida en el tercer piso que pasó desde la rama de uno de los árboles que crecen a borde de la quebrada o en el ante jardín y cuyas ramas literalmente entran por las ventanas del edificio.
Desde fuera este matorral ha devorado literalmente la fachada para convertirse él mismo en ella. El matorral es un pequeño oasis en el corazón denso de la ciudad.